viernes, 29 de mayo de 2020

Ingenio Guabirá revela 88 casos de contagio Covid-19 y el deceso de dos operarios

La industria informó que está cubriendo el tratamiento de todos los infectados e incluso habilitó dos áreas de aislamiento donde se atienden a 21 personas

El presidente del Ingenio Azucarero Guabirá (IAG), Mariano Aguilera, confirmó el contagio de 88 trabajadores y dos decesos por coronavirus en la factoría montereña. El dato fue compartido el jueves en el Concejo Municipal de Montero después que una concejala pidiera un informe a la empresa luego de varias denuncias en redes sociales. Se supo que una persona del plantel gerencial es asistida en cuidados intensivos en una clínica de Santa Cruz.

El titular de la compañía compareció ante el pleno del órgano deliberante montereño, junto a directivos y colabores que gestionan el plan de contingencia fabril. En la sesión hubo tensión y se observaron los mecanismos de bioseguridad de la fábrica.




En su descargo, Aguilera señaló que un total de 30 personas se contagiaron de forma externa y no dentro del ingenio. Aseguró que la industria cubre el tratamiento de todos los infectados.

De los 88 contagiados, dos fallecieron y tres personas se han recuperado. Aguilera informó también que un alto ejecutivo de la compañía se encuentra internado en la unidad de terapia intensiva de una clínica de la capital cruceña.

De ese total, alrededor de un 32% son trabajadores que están afectados por contactos externos a su fuente laboral.

El gerente general de Guabirá, Bernardo Cuéllar, señaló que incluso la compañía realizó una inversión de más de $us 150.000 en equipamiento de bioseguridad. "Solo en barbijos hemos gastado más $us 60.000, y es un presupuesto que no teníamos. No son barbijos de un boliviano", señaló el ejecutivo.

En su informe dijo que la empresa adquirió más de 100 pruebas por Covid-19 por un valor de Bs 1.200 cada una. En esa línea, reveló que incluso han contratado médicos y adquirieron medicinas.

Guabirá habilitó dos espacios donde aisló a 21 casos positivos. Un primer espacio se instaló a trabajadores que presentan sintomatología grave y reciben los cuidados médicos establecidos por el Ministerio de Salud.
En el otro lugar, están pacientes con síntomas más leves, que también reciben la asistencia sanitaria. “Se les está haciendo el seguimiento y se le está dando medicinas y comida”, argumentó Cuéllar.

Decesos y contagios

Sobre los decesos, desde Guabirá indicaron que los dos tenían enfermedades de base y habrían contraído el virus fuera de las instalaciones. Uno de los fallecidos fue derivado, en los primeros días de mayo, a la caja Cordes con un cuadro febril, después fue enviado a una clínica en la capital donde murió. El otro falleció los primeros días abril.

Desde la industria explicaron que se registraron dos contagios masivos. El primero, cuando un grupo de 23 trabajadores fue enviado a un centro médico para una inspección de rutina, de los que 18 volvieron infectados por un personal de ese centro.

El otro caso se dio cuando una persona infectada, fuera de las instalaciones del ingenio, contagió sin saberlo a 12 trabajadores que realizan trabajos de pre zafra. “Fueron casos muy críticos, pero de acuerdo al protocolo los pusimos en aislamiento”, dijo Cuéllar.

Medidas de bioseguridad

La empresa activó un plan de bioseguridad que se divide en tres fases. La primera se trata del monitoreo y control del personal que ingresa al ingenio. Este equipo verifica la temperatura corporal de los trabajadores. En esta etapa los operarios ingresan a cámaras de desinfección.

La segunda fase corresponde a las medidas de salud, en donde se toman test rápidos y pruebas PCR, se realiza un control médico y profesionales médicos determinarán si el trabajador está en condiciones de trabajar.

La última fase corresponde a la parte de asistencia en donde el ingenio se ocupa de costear los gastos médicos y de alimentación del trabajador infectado y de su familia.

“Esto lo implementamos porque el sistema de salud fue saturado. Hemos detectado al momento y estamos tratando a los enfermos”, señaló Cuéllar.

El ejecutivo dijo que el control será más estricto cuando comience la zafra en junio. Más de 1.200 personas ingresaran a trabajar a la factoría.

"Nadie se imaginaba lo que iba a pasar", señaló.

Guabirá es un complejo industrial y uno de los principales actores del sector cañero. Además, la factoría cuenta con inversiones en el sector pecuario y energía.

Genera cerca del 30% de la economía de la provincia Obispo Santistevan. En el área de influencia de Guabirá, dentro de la provincia, más de 2.000 cañeros, 2.500 zafreros, 1.000 transportistas y más 3.500 familias viven de la actividad cañera.

miércoles, 3 de julio de 2019

Bolivia podrá vender más azúcar al mercado de Estados Unidos

Estados Unidos determinó ampliar en 1.239 toneladas métricas la cuota de importación de azúcar para Bolivia por lo que ahora podrá vender al mercado norteamericano 9.663 toneladas del endulzante de caña en bruto, informó el presidente Evo Morales.

"Recibimos la noticia de que EEUU amplió la cuota para la exportación de azúcar boliviana. Llegaremos a exportar 9.663 toneladas", escribió Morales en su cuenta de Twitter.

El boletín de prensa de la Embajada de Estados Unidos dice que "la cuota de reasignación a Bolivia para el año 2019 es de 1.239 toneladas métricas adicionales a la inicialmente otorgada".

La decisión fue asumida por "la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) que anunció la reasignación de las asignaciones no utilizadas específicas, en virtud de los contingentes arancelarios para el azúcar de caña en bruto importado durante el año fiscal 2019 (del 1 de octubre de 2018 al 30 de septiembre de 2019)".

El Gobierno autorizó enero de 2018 la libre la exportación de azúcar y sus derivados tras estar estancado por cinco años; en agosto de ese año se reanudaron la exportación de azúcar en bruto al mercado norteamericano, que según la USTR, el valor llegó a los 4,5 millones de dólares.

Tras anoticiarse de la decisión de la administración de Donald Trump, el primer mandatario dijo que "ahora, Bolivia es un país digno y fuerte que sostiene relaciones comerciales con soberanía y respeto mutuo".

domingo, 30 de junio de 2019

EEUU amplía cuota para exportación de azúcar

Estado Unidos determinó ampliar en 1.239 toneladas métricas la cuota de importación de azúcar para Bolivia por lo que ahora podrá vender al mercado norteamericano 9.663 toneladas del endulzante de caña en bruto, informó el presidente Evo Morales.

“Recibimos la noticia de que EEUU amplió la cuota para la exportación de azúcar boliviana. Llegaremos a exportar 9.663 toneladas”, escribió Morales en su cuenta de Twitter.

El boletín de prensa de la Embajada de Estados Unidos dice que “la cuota de reasignación a Bolivia para el año 2019 es de 1.239 toneladas métricas adicionales a la inicialmente otorgada”.

La decisión fue asumida por “la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) que anunció la reasignación de las asignaciones no utilizadas específicas, en virtud de los contingentes arancelarios para el azúcar de caña en bruto importado durante el año fiscal 2019 (del 1 de octubre de 2018 al 30 de septiembre de 2019)”.

El Gobierno autorizó en enero de 2018 la libre la exportación de azúcar y sus derivados Tras estar estancado por cinco años, en agosto de ese año se reanudaron la exportación de azúcar en bruto al mercado norteamericano, que según la USTR, el valor llegó a los 4,5 millones de dólares.

Tras anoticiarse de la decisión de la administración de Donald Trump, el primer mandatario dijo que “ahora, Bolivia es un país digno y fuerte que sostiene relaciones comerciales con soberanía y respeto mutuo”. (Erbol)

domingo, 9 de junio de 2019

Los cañeros inician la zafra en medio de crisis por caída de precios


La caída internacional del precio del azúcar, la sobreoferta en el país, y la baja compra de etanol de parte de YPFB marcan el comienzo de la labor



El sector cañero atraviesa un momento difícil, que coincide con el inicio de la zafra. No se cumplió la proyección de crecimiento lanzada en 2018, cuando se esperaba que la aprobación de la producción de etanol, llevara a duplicar la extensión de la siembra.

El plan de incorporar etanol a la matriz energética hidrocarburífera establecía que los cultivos, este año, debían ocuar al menos 188.934 hectáreas, incluyendo ampliación y renovación.

“Pero lo del etanol quedó en propaganda. Se creó mucha expectativa entre los productores. A ello se suma hoy el excedente de más de 4 millones de quintales del año pasado. Eso contribuye a agravar la crisis en el sector. La sobreoferta hizo caer el precio en el país y a escala mundial se evidencia también hay un bajón”, indicó el presidente de la Comisión Nacional de Productores Cañeros de Bolivia (Concabol), Óscar Alberto Arnez.

En 2018 los productores decidieron plantar más de 30.000 hectáreas (ha) adicionales de caña, entre ampliación y renovación, sobre las 137.769 que se tuvo en 2017, totalizando 150.310 ha, que fue un récord en la siembra en la historia de la industria azucarera cruceña.

Pero ese crecimiento que, se pensaba, se iba a continuar en esta gestión hasta superar las 200.000 hectáreas, se desinfló.

Comparado con cifras de 2018, el área plantada para esta zafra abarca 159.764 ha, solamente 9.454 ha más, indica Adelino Gutiérrez, presidente de la Federación de Cañeros Santa Cruz.

Arnez refirió que la crisis económica que atraviesa el primer eslabón de la cadena azucarera, pone en riesgo la zafra cañera, cuyo inicio se había fijado para hoy, y deja en suspenso el crecimiento del área sembrada con miras a la zafra 2020.
Por otro lado, el titular de Concabol calificó a la zafra 2018 como una de las peores en la historia regional de esta actividad.

“Han tasado a Bs 135 el quintal de azúcar. De ese monto los cañeros han recibido un anticipo de Bs 120. Ahora temen no recibir un reintegro por los descuentos que se aplican en costos administrativos en la logística de venta. Esa liquidación ha generado incertidumbre”, puntualizó.

Los productores coinciden en señalar que el anticipo de Bs 120 por quintal de azúcar no cubre los costos para encarar la zafra que va a empezar, tampoco para la siembra con miras a 2020.

Y el problema se agudiza porque en el plano internacional el precio del quintal de azúcar, relacionado con la moneda nacional, ronda los Bs 105.

“Colocando la producción en el mercado nacional y extranjero la factura seguirá siendo negativa para el sector”, sostuvo Arnez.


Esperanza

Para el presidente de la Unión de Cañeros Guabirá, Alcides Córdova, el programa del etanol, a pesar de la lentitud con que marcha en lo que respecta a la demanda que debería existir de parte de la estatal petrolera YPFB, según los compromisos establecidos oficialmente, ofrece una esperanza al sector cañero que puede señalar el camino de salida a la crisis en la que se encuentra.

“El programa del etanol empezó muy lento. YPFB no estaba retirando los volúmenes comprometidos y eso generó preocupación frente a la zafra que va a empezar”, agregó.

En el ámbito de los productores se afirma que el problema se pudo evitar si YPFB cumplía el contrato original de compra de etanol y no lo hacía cuatro meses después, lo que no permitió que el componente del precio de este combustible pueda ingresar en la liquidación final del precio de la caña de la zafra 2018, lo que hubiera permitido amortiguar el mal precio del azúcar.

El presidente del ingenio La Bélgica, Rodrigo Gutiérrez Fleig, sostuvo que la crisis de precio data de hace dos años cuando se vetó la exportación de azúcar y ahí surgió el estocamiento.

El precio del quintal bajó de Bs 235 a 135 “y debemos exportar, así sea perdiendo, para liberar los excedentes de producción”, remarcó Gutiérrez.

En nueve años se sembraron solo 3.500 hectáreas de caña en San Buenaventura

Los agricultores del municipio paceño, indicaron que se necesita plantar entre 11.000 y 14.000 hectáreas. La falta de recursos limita la expansión del cultivo. Un estudio cuestiona la factibilidad de Easba

Hace nueve años Hipólito Vidaurre y su familia, se convirtieron en los ‘nuevos pioneros’ en llegar a San Buenaventura. Detrás de él, otro grupo de 50 familias con legado cañero y agrícola, de diferentes puntos del país, migraron a ese municipio enclavado en las puertas del parque nacional Madidi, en el norte de La Paz. A todos los sedujo la construcción del ingenio azucarero, que lleva el mismo nombre de esta pequeña ciudad.

En el caso de Vidaurre, proviene de una casta de cañeros de Bermejo (Tarija). “Allá un pequeño productor no puede aspirar a crecer”, cuenta. Dejando su pueblo, atravesó el país en busca de una mejor vida. Pero lo que comenzó como un sueño, terminó en desilusión. La producción de gramínea en la zona es incipiente, para abastecer la factoría diseñada para ‘devorar’ 7.000 toneladas de caña por día. A la fecha, en la comuna hay 3.500 hectáreas sembradas, cuando lo requerido, según la Federación de Cañeros de San Buenaventura, está entre las 11.000 y 14.000 hectáreas.

A la poca materia prima, otra variable negativa que suma el proyecto son las pérdidas registradas por la Empresa Azucarera de San Buenaventura (Easba).


Según el estudio realizado por el economista Julio Linares con base en información oficial, entre 2010 y 2018, la compañía recibió Bs 1.832 millones ($us 263 millones) como créditos del Banco Central de Bolivia (BCB).

Datos fríos

Amparado en cifras del Ministerio de Economía, el documento sostiene que, en nueve años, los ingresos de Easba fueron Bs 80 millones, por debajo de los gastos de operación que suman Bs 311 millones. Esto significa, según este estudio, que existe un déficit operacional de casi Bs 211 millones.

“El ingreso por productos vendidos, cubrió la cuarta parte de lo que se gastó para el funcionamiento de la empresa (salarios, compra de suministros, alquileres, otros)”, infiere el documento.

Por otro lado, el análisis del boletín, afirma que los ingresos de operación llegan a un 4,1% de los recursos, que tienen como origen el préstamo del BCB, “lo cual se traduce en que se usó recursos de inversión para gasto corriente (sueldos, servicios y suministros)”.


Lo preocupante, detalla el estudio, es que desde 2011, la estatal acumula números rojos. En 2018, perdió Bs 63,9 millones, totalizando Bs 243,5 millones (alrededor de $us 35 millones) en pérdidas.

A esto se suma, según el escrito, que solo amortizó Bs 25,8 millones de la deuda adquirida.

“La empresa arrastra una deuda que, en estas condiciones de operación, será impagable a mediano plazo”, sentencia el documento.

A esto, la investigación, señala que desde 2012, los estados financieros de la firma muestran un patrimonio neto negativo.

Esto implica que la empresa está en quiebra técnica (las deudas son mayores a todos los bienes (efectivo y propiedades).


“En 2018, el balance general arrojó un patrimonio negativo de más de Bs 275 millones, que se traduce en la pérdida que causó hasta el día de hoy Easba, a las finanzas estatales”, dice el documento de Linares, economista e investigador del Cedla.

Se envió un cuestionario a Easaba, para que pueda aclarar estas cifras, pero hasta el cierre de edición la empresa no contestó. También se consultó, al Ministerio de Desarrollo Productivo, pero en esa cartera indicaron que el responsable de gestionar información con los medios se encontraba de viaje. En abril, en su rendición de cuentas, Easba admitía que el mercado de azúcar en el país está saturado y los precios son bajos, aunque solicitaba Bs 35 millones al Estado para invertir en una planta de deshidratación de alcohol.

El economista, Julio Alvarado, cuestionó el proyecto al que califico de improvisado. “No pensaron en la materia prima, recién están sembrando caña”, dijo.

Cabe recordar, que el exgobernador de La Paz, y actual ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, afirmó que al Gobierno no le interesó si había materia prima para implementar este proyecto, que surgió solo para responder a una “aspiración de La Paz”.
Desilusión y poca caña

Francisco Javier Delgado, es alcalde de San Buenaventura desde 2015. Cuenta que cuando el proyecto se anunció en 2009, se generó mucho entusiasmo en el municipio que está a 481 km de la ciudad de La Paz. Sin embargo, la algarabía se convirtió en decepción, admite Delgado.

La autoridad, precisó que no existe una idea clara de ¿cómo incursionarán los campesinos y agricultores locales, en la producción de caña? A esto se suma que producir una hectárea del cultivo en ese municipio requiere una inversión de $us 4.000.

“Ahí está el cuello de botella, la inversión inicial en la habilitación de la tierra y hacer la siembra”, dijo.

Confirmó que, sumando la producción de las comunidades y el ingenio, la extensión de suelo con gramínea llega a 3.500 hectáreas.

Si bien la cantidad está por debajo de lo requerido por la industria, Delgado sostuvo que el rendimiento llegó a 100 toneladas por hectárea. “Debería generarse una política cañera en el Ministerio de Desarrollo Productivo, y trabajar con el BDP, ahí hay créditos para todos los productores, pero menos para los cañeros”, sostuvo.
Contexto actual

Lo preocupante, según Delgado, es que con los actuales sembradíos es imposible pensar en una zafra prolongada que genere un efecto multiplicador, como en Santa Cruz, corazón de la actividad cañera del país, y cuyos ingenios molerán 8,6 millones de toneladas cañas, extraídas de 150.000 hectáreas, con las que se producirán 11 millones de quintales de azúcar, y 150 millones de litros de alcohol.

En este contexto, Delgado reveló que el año pasado la molienda de la materia prima duró 17 días. Según datos, que divulgó Easba, en 2018 se produjeron 220.000 quintales de azúcar y 1,6 millones de litros de alcohol. “En un año, trabajar ese tiempo, es antieconómico y poco rentable”, precisó la autoridad municipal. Para el 2019, los cañeros y la Alcaldía estiman que la zafra se extienda a 30 días.

Un experto del área agroindustrial, que pidió no ser citado, dijo que el mayor problema del proyecto fue el manejo político.

Explicó que bien la región es un área con poca tradición cañera, el cultivo puede ‘florecer’ si se hace un buen trabajo en los suelos. Sobre el suministro de caña, sostuvo que se aliviará con la construcción del puente sobre el río Beni, que abre paso para el ingreso de la producción de Rurrenabaque, municipio de Beni, en donde se están habilitando cerca de 1.000 hectáreas del cultivo dulce.

El especialista dijo que un ingenio como San Buenaventura necesita tener a disposición entre 5.000 y 7.000 hectáreas de caña para tener una zafra de entre 150 y 180 días.

Yimmy Aguirre, presidente de la Federación de Cañeros de San Buenaventura, señaló que presentarán un proyecto para tener financiamiento y producir 1.700 hectáreas en la zona. Sin embargo, dijo que otro de los mayores problemas es la falta de maquinaria para realizar el desmonte y la habilitación de más predios cañeros.
EN NÚMEROS

Impacto ambiental y factibilidad del suelo

Tierra necesita trabajo. Según el plan Municipal de Ordenamiento Territorial de la Alcaldía de San Buenaventura, la caña de azúcar tiene como limitaciones para su desarrollo los bajos niveles de nutrientes y falta de disponibilidad de materia orgánica. El documento señala que la zona es moderadamente apta para la producción de la gramínea, lo que implica que para su cultivo se requiere la utilización de insumos.

Colindante con el parque Madidi. José Luis Howard, guardaparque del parque Madidi, informó que la industria colinda con esta zona protegida, y que por el momento no se registraron daños ambientales. Eso sí, el ingenio se encuentra en el territorio de los tacanas.
PUNTO DE VISTA

Julio Linares, economista: “Es tarde para que el proyecto sea factible”

El proyecto de la empresa azucarera San Buenaventura, no es más que un intento fallido de emprendimiento empresarial del Gobierno del presidente, Evo Morales, porque se apostó a decisiones políticas enfrentando estudios que ya existían desde el pasado, que decían que el proyecto era inviable, porque la tierra no era apta para el cultivo de caña. Además, la zona está lejos de los mercados. Se forzó, e instruyó al Banco Central que se haga un préstamo millonario. Es un daño a las finanzas estatales, porque se han perdido casi Bs 250 millones.

Además, el balance de 2018 nos dice que está en quiebra técnica, y con el nivel de venta que tiene; la deuda se va a pagar en 100 años. Incluso, parte de ese préstamo se erogó para gastos corrientes.

Esto es terrible, porque nos estamos gastando las reservas internacionales en algo que nunca se podrá recuperar. Nos estamos jugando las reservas que tiene el país, por decisiones políticas que trascienden los estudios técnicos. Están avalados solo por algunos pedidos corporativos, a través de autoridades. Por ejemplo, el ministro Cocarico, dijo que la medida fue política y el propio presidente Evo Morales, reconoció que esa zona no era apta para sembrar caña de azúcar.

El gerente, hace unas semanas, pedía $us 70 millones más para que pueda instalarse una planta deshidratadora para producir alcohol anhidro y que se venda al mercado, pese a los problemas que hay en el mercado de azúcar, que está saturado y el precio es muy bajo, y por eso, la empresa no marcha.

Es tarde para que el proyecto sea factible, ellos piensan que la viabilidad del proyecto está en prestarse dinero para seguir derrochando.

Se debe ejecutar una reingeniería, y ver al final, ¿quién debe asumir los costos que se generaron por estas malas decisiones? y tratar de salvar la empresa, llevándola a otro lado, pasarla a los privados o remontándola, para recuperar algo de dinero. Pero se debe procesar a las personas responsable de este fracaso empresarial.

Porque al día de hoy, la triste realidad indica lo desacertada que fue la inversión de $us 265 millones en el proyecto, lo cual preocupa más cuando se sabe que además afectará a las Reservas Internacionales en el mediano plazo.

lunes, 3 de junio de 2019

Trabajadores en emergencia por riesgos en zafra de caña

Los trabajadores del Ingenio Azucarero de Bermejo, en Tarija, buscan una solución al conflicto que existe con la parte patronal, con la finalidad de garantizar la zafra de este año. En tal sentido para acordar una solución al problema esperan reunirse con el ministro de Trabajo, Milton Gómez.

“Luego de un mes de huelga de los trabajadores del ingenio azucarero de Bermejo, por incumplimiento a los acuerdos obrero patronales, representantes de ambos sectores de la factoría tienen prevista una reunión este lunes en La Paz con el ministro de Trabajo, Milton Gómez”, informó la diputada Nelly Lenz.

En la reunión también participará la diputada Lenz, por lo que expresó su deseo de ver una pronta solución al problema originado por una supuesta vulneración de los derechos de los trabajadores, aspecto que de continuar pone en riesgo el desarrollo de la zafra 2019.

“La fábrica constituye el motor económico de la ciudad de Bermejo, porque genera 270 empleos directos, cifra que durante la zafra llega a 400, además de movimiento económico para más de 1.000 cañeros y, aproximadamente, 1.500 zafreros”, agregó.

Por su lado, el delegado de los trabajadores del ingenio azucaro ante la Federación de Fabriles de Tarija, Jaime Ortiz, indicó que están en paro desde el 29 de abril, luego de que se despidiera a dos trabajadores y por la deuda de más de 30 salarios a la parte obrera.

“Se nos adeuda más de 30 meses de salarios en varias gestiones y solamente se pagan anticipos, además que hace seis años que no recibimos el beneficio de bono de lactancia, ni ropa de trabajo. También se adeuda 14 millones de bolivianos al seguro de salud, por lo que se cortaron las atenciones médicas y tampoco de paga aportes a las AFP”, denunció.

Ortiz acotó que el pasado año los empresarios les redujeron un 40 por ciento del salario y que se comprometieron a pagar los adeudados, acuerdo que no se cumplió.