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miércoles, 8 de noviembre de 2017

Aguaí, entre los grandes actores de la industria cañera mundial


El 6 de noviembre de 2017 marcará un hito en la historia de la agroindustria en Bolivia. Por primera vez el Master Cana reconoció como el mejor ingenio azucarero del año (Sugar Mill of the Year, por sus siglas en inglés) a una empresa no brasileña.

El ingenio Aguaí, fue el elegido por encima de más de 400 industrias afianzadas en Brasil, gran productor de azúcar, que tiene en sus manos el 60% del mercado mundial. Con cinco años de operación es el más moderno de Bolivia y de Sudamérica, según un selecto grupo de especialistas, a los que Pro Cana Brasil, encargó esta selección.

El premio motiva a la firma nacional que apunta a desafíos más altos: el desarrollo del etanol, o biocombustibles, como aditivo a los carburantes fósiles.

“Recibir en premio en Brasil, la meca de la industria sucroalcoholera del mundo, realmente nos llena de mucho orgullo”, afirmó Cristóbal Roda, presidente del directorio de Aguaí, al recibir el premio en un sobrio acto realizado en el corazón industrial brasileño de San Pablo. EL DEBER fue invitado por Aguaí al acto.

Además, Roda explicó que la principal meta del grupo industrial, conformado por 16 accionistas, es tratar de convencer al Gobierno de los grandes beneficios que puede traer al país la producción de biocombustibles.

“Estamos en una desaceleración económica, esto (los biocombustibles) puede beneficiar a todo el sector empresarial, porque la caña tiene un gran efecto multiplicador”, dijo el empresario.

Según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en los primeros ocho meses de 2017 la importación de combustibles alcanzó los $us 578 millones. Viendo estos datos, Roda insistió en que el uso del alcohol como aditivo reducirá al mínimo estas compras que Bolivia puede producir de manera sostenible.

“Vemos a escala internacional el desarrollo de energías alternativas y Bolivia no puede quedarse fuera de esto”, precisó.

Brasileños destacan a Aguaí

Josías Messías, director de ProCana, de los medios especializados JornalCana, el portal JornalCana, y que organiza los premios Master Cana, afirmó que Aguaí tiene caracteristicas únicas como industria. “Primero de acuerdo a la jerga industrial comenzó como un proyecto green field (campo verde); es decir, que partió desde la nada: sin financiamiento y solo el entusiasmo de arriesgados inversores”, resaltó.

El jurado que eligió a Aguaí, ponderó que la planta es moderna, segura, tecnológica y sostenible. Pero un último factor fue determinante para que la firma se llevé el galardón como el mejor de los ingenios: el uso de la carbonatación en el proceso de fabricación de azúcar.

Este proceso es diferenciado en el mundo, remplaza el uso del azufre en el blanqueamiento del azúcar. Este sistema solo se empleaba en Europa y Estados Unidos, hasta que la firma boliviana lo comenzó a usar en la región.

Pedro Isamu Mizutani, presidente del consejo de la Unión de la Industria de la Caña y Azúcar de Brasil (Única), indicó que la firma boliviana es un ejemplo para el mundo porque está contribuyendo con su novedoso sistema.

“Hallo justa la premiación, porque es bueno reconocer el trabajo que hacen empresas internacionales que operan en América  Latina”, afirmó el empresario.

Nació como alcoholera
En sus inicios, la compañía comenzó produciendo exclusivamente alcohol, pero luego incorporó la producción de azúcar en su portafolio. La industria, afincada en Santa Cruz, demoró tres años en su construcción, su inversión fue de $us 160 millones. Los recursos llegaron a través de la venta de bonos en la Bolsa Boliviana de Valores, que se comercializaron en solo 15 minutos.

martes, 11 de octubre de 2016

Aguaí logra primer millón de quintales de azúcar




A pocos días de la conclusión de la zafra, el Ingenio Sucroalcoholero Aguaí S.A., mediante una nota de prensa, explicó que embolsó el quintal 1 millón y anunció que el apoyo del público y la aceptación del azúcar sin azufre colocado en el mercado desde agosto ha sido el principal aliciente para seguir trabajando.

El comunicado de la factoría azucarera destaca que el azúcar producido, sin azufre, ha generado la aceptación del público en general en el mercado boliviano.

“Aguaí es el único ingenio que todavía sigue moliendo caña y compraría toda la caña remanente en los campos para apoyar a los productores cañeros y cubrir hasta donde sea posible el plan de zafra presentado en el pasado mes de mayo a las autoridades”, señala el comunicado.

Aguaí se encuentra ubicada en el municipio de Fernández Alonso, a 120 kilómetros al norte de Santa Cruz, en la provincia Obispo Santistevan.

Inició sus operaciones en mayo de 2013, luego de tres años de construcción de su planta industrial, que fue diseñada especialmente para la producción de azúcar y alcohol, y pronto de energía eléctrica.

Tiene una inversión total de $us 160 millones. La empresa está dirigida por un directorio, que representa a 12 accionistas.

sábado, 13 de agosto de 2016

100.000 quintales al mercado Ingenio sucroalcoholero Aguaí inició producción

Autoridades del nuevo ingenio Aguaí, localizado a 130 kilómetros de Santa Cruz, inició la producción con 100.000 quintales que comenzaron a ser comercializados en la capital cruceña a partir de mediados de junio pasado. Según el gerente de la planta, Emilio Colamarino, por la tecnología utilizada, el endulzante no fue procesado con azufre que es un procedimiento para el blanqueo del producto, explicó. “Es el único ingenio en Bolivia que utiliza proceso de blanqueamiento por carbonatación sin el uso de azufre, esto es nuevo en Sudamérica”, dijo el ejecutivo a EL DIARIO desde Santa Cruz.

ALCOHOL

La planta cuenta con un gigantesco depósito que desde el miércoles pasado comenzó sus operaciones para producir alcohol industrial, que –entre otros productos– podrá servir para fabricar carburantes y cosméticos. Según los ejecutivos, la primera exportación de alcohol a Europa partirá el mes próximo.

La planta tiene una capacidad de producción de 600 mil litros de alcohol y 12.000 quintales de azúcar al día, explicó Leticia Sáenz, durante una visita efectuada por la prensa del país a las instalaciones en febrero pasado.

APLICACIONES

“Es un alcohol industrial que sirve para la industria química, para la industria farmacéutica, para la industria de cosméticos, para la industria alimentaria, pero también se lo utiliza como alcohol carburante”, explicó el presidente de este emprendimiento, Cristóbal Roda, a varios medios cruceños, según reprodujo, eju.tv.

Toda la producción se venderá al extranjero, debido a la “pequeñez” del mercado boliviano. Pero la comercialización de azúcar será destinada al mercado interno y los excedentes se exportarán. La producción azucarera comenzará el próximo año.

Roda sostuvo que el cliente es quien decidirá al final el uso que le dará al producto. Así, explica, si el comprador es parte de la industria farmacéutica, entonces lo usará en la producción de medicinas, y lo propio sucederá en otros ámbitos.

MOLIENDA

El ingenio puede procesar 12.000 toneladas de caña por día, que lo coloca en el segundo sitial de mayor producción. El mayor ingenio del país en cuanto al procesamiento de caña es Guabirá con 17.500 toneladas al día, según una memoria anual del ingenio de 2015.

“El ingenio más grande en Bolivia es Guabirá, tiene una molienda de 16.000 toneladas, le sigue Unagro con 12.000, ahí aparece Aguaí con 12.000, después están San Aurelio con 10.000, Bélgica con 6.000 y Bermejo con 5.000”, explicó Roda. Actualmente, la empresa cuenta con 300 funcionarios. El año próximo, cuando se culmine la construcción de la fábrica de azúcar, se espera que sean 400 trabajadores.

INVERSIÓN

Aguaí es el sexto ingenio en construirse en el país. “La inversión de 150 millones de dólares es una de las más grandes del sector privado en el país en los últimos 20 o 30 años”, manifestó Roda a medios cruceños.

viernes, 12 de agosto de 2016

Aguaí proyecta un millón de quintales de azúcar

El ingenio sucroalcoholero Aguaí tiene proyectado producir un millón de quintales de azúcar para la presente gestión, los mismos que serán para abastecer el mercado interno, lo aseguró así su presidente Cristóbal Roda, indicando que la capacidad del ingenio para procesar es de 12 mil toneladas por día, de las cuales hoy en día están trabajando con 7.500. Asimismo, se tendrá una producción de 20 millones de litros de alcohol, de los cuales se exportará un tercio al mercado europeo. La industria tiene una inversión total de $us 160 millones. "Vamos a garantizar el mercado interno por eso no vamos a exportar", dijo el empresario.

Ya tienen contrato para producir energía. Roda indicó que se tiene firmado un contrato con la empresa eléctrica Guaracachi para producir 13 mega wats de energía eléctrica que serán inyectados en el sistema interconectado.

Ya está en el mercado. Por su parte Pablo Vallejos, gerente general de la industria, manifestó que el producto ya está en el mercado con un precio menor a las otras industrias. Una de las características principales de Aguaí es que el azúcar no contiene azufre.

lunes, 6 de junio de 2016

Aguaí inicia producción de alcohol y azúcar



El ingenio sucraalcoholero Aguaí inició hoy la molienda de 800.000 toneladas de caña con el objetivo de producir 23 millones de litros de alcohol y 1 millón de quintales de azúcar.

Desde la factoría indicaron que el 100% de la producción alcoholera estará destinada para el mercado extranjero y el azúcar para el consumo local, aunque hicieron notar que tendrán una fuerte competencia con los otros ingenios que ya llevan varios años en el mercado interno.

A su vez, Marcelo Fraija, gerente de Unagro informó que debido a las lluvias hace dos días que pararon las maquinas y dejaron de moler. Esperan que durante la semana el clima mejore para volver a trabajar.

Cabe recordar que Unagro espera llegar a producir 3,6 millones de quintales de azúcar y alrededor de 20 millones de litros de alcohol.

Mientras que el ingenio Guabirá que fue uno de los primeros en comenzar con la molienda de caña tiene como meta moler aproximadamente 2,3 millones de toneladas de caña, lo que equivale a unos 3,2 millones de quintales de azúcar y producir 69 millones de litros de alcohol.

martes, 1 de diciembre de 2015

Se reduce la producción del alcohol

El factor climático (exceso de lluvias) a influido en la producción de alcohol, toda vez que los ingenios azucareros como Aguaí y Guabirá disminuyeron un 17 % (20.000 litros) la fabricación de este producto, llegando a producir 100 millones de litros al final de la zafra. Por otra parte, ambas industrias han exportado más del 50% de su producción a países vecinos y Europa.

Baja la producción. Carlos Rojas, presidente del Ingenio Azucarero Guabirá, informó que el objetivo de esta industria a principios de la zafra cañera 2015 era llegar a producir 70 millones de litros de alcohol, pero debido a las lluvias, que retrasaron esta actividad agrícola durante dos meses, impidiendo iniciar la molienda de caña disminuyeron su producción a 60 millones de litros.

"El año pasado fijamos una meta similar y no pudimos cumplirla, pensamos que esta gestión sería diferente, pero el tema climatológico nos jugó una mala pasada", comentó Rojas.

Por su parte, Cristóbal Roda, presidente del Ingenio Azucarero Aguaí, indicó que su meta era llegar a los 50 millones de litros de alcohol, pero también por este mismo factor culminaron la zafra con 40 millones de litros producidos, pero a pesar de esta situación él rescata que fue una gestión aceptable en cuanto a productividad.

Exportación. En temática de comercio exterior, de los 100 millones de litros de alcohol que llegaron a producir ambos ingenios, a la fecha cada uno exportó más del 50% de su producción.

"Gran parte del alcohol de Guabirá está destinado a los mercados de Chile, Perú y Colombia en Sudamérica, mientras que en Europa se exporta a Italia, Holanda y Francia", enfatizó Rojas.

Entre tanto, Roda señaló que Francia es el principal mercado para su producción.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Aguaí es el único ingenio de Bolivia autosustentable que extrae el jugo de caña con sistema de agua

¿Cómo nace la iniciativa de crear un ingenio?
La idea nació en el directorio de Guabirá. Luego de elaborar el proyecto, el mismo directorio desistió de la idea y me autorizó a ejecutar el emprendimiento de manera particular. El grupo de inversionistas que conformó el proyecto Aguaí optó por este camino por la necesidad de tecnología de punta en la industria azucarera para Bolivia, ya que a la larga reduce costos, optimiza recursos y además es más amigable con el medio ambiente.

¿Qué productos ofrece el ingenio al mercado ?
Alcohol y desde 2015 producimos azúcar.

Aguaí es el único ingenio de su estilo, ¿por qué?
Es el único ingenio en Bolivia con tecnología de “difusión” que difiere a la tradicional porque no se muele la caña (en la tradicional molienda) sino que se extrae el jugo con un sistema de agua.

¿Cuánto es la producción y cuál es su producto estrella?
En promedio, 50 millones de litros de alcohol y 1 millón de quintales de azúcar por zafra. Obviamente estos números pueden variar en función a una serie de imponderables, como el clima, por ejemplo.

El producto estrella es el azúcar, la única del mercado que no contiene azufre. No usamos azufre, que utiliza la industria para blanquear el azúcar, nosotros utilizamos CO² (dióxido de carbono), un producto limpio que no tiene efecto negativo ni para la salud ni para el medio ambiente. Además, consideramos que la empresa misma es “nuestro producto estrella” porque somos la única empresa que cuenta con una certificación internacional (ISCC), que avala que nuestra producción es sustentable, el uso de la tierra es responsable, aplicamos buenas prácticas laborales y sociales, no aceptamos el trabajo infantil y no quemamos los cañaverales.

¿ Cuánto es la fuerza laboral que emplean ?
350 empleos directos y más de 500 indirectos, además del efecto multiplicador, el más alto de la economía, que genera la producción de caña y su industrialización.

¿ Qué productos exporta Aguaí ?
La totalidad de la producción de alcohol que producimos se exporta a Europa.

¿Cómo ve la situación productiva del sector?
Santa Cruz es una región con potencialidades para producir alimentos y por ello abastecemos casi el 70% de los alimentos que se consumen en el país. Los problemas no son de la producción en sí misma; llegan con los cambios de clima o con normas que no son adecuadamente consensuadas con los productores, las dificultades de financiamiento, etc. Es decir, son las condicionantes las que complican.

¿Qué le falta al sector para tener mejor estabilidad?
Apoyo realista que tome en cuenta los imponderables como el clima, que ha cambiado mucho y que afecta no solamente a la producción sino también al ambiente y a la infraestructura, como por ejemplo los caminos.

¿Cómo se ve Aguaí en los próximos 5 años?
Como todas las empresas serias, avanzando poco a poco. La industria no es una industria de coyuntura, al contrario, siempre es de largo plazo.

sábado, 8 de agosto de 2015

Aguaí paraliza producción por fallas de un transformador

A las 10:00 de ayer, el ingenio azucarero Aguaí, por medidas de seguridad, paró sus operaciones debido a que se quemó uno de los 15 transformadores eléctricos que tiene instalados en el área de caldera.

Los ejecutivos indicaron que cuando el sistema automatizado de última generación de la factoría detectó el corto circuito, de forma inmediata apagó todo. La producción será reiniciada en una semana. Para recuperar el tiempo perdido, los ejecutivos dispusieron que se duplicará, la producción de azúcar.
Hasta la fecha Aguaí logró moler 150.0000 toneladas de caña de azúcar

martes, 7 de julio de 2015

Lluvias deterioran caminos y paran la molienda azucarera

Sobre mojado, llovido. Las excesivas lluvias caídas en el área de influencia cañera de las industrias azucareras Guabirá (Montero), Unagro (Minero) e ingenio sucroalcoholero Aguaí -opera en la comunidad del mismo nombre- destruyen los accesos a los cañaverales y fuerzan a dichos complejos a apagar sus motores e interrumpir la molienda.
En un recorrido por Pueblo Nuevo, comunidad del municipio de Minero, distante 75 km al norte de la capital cruceña, se verificó que los campos de producción están encharcados y los caminos cortados, lo que dificulta el ingreso de cosechadoras y de zafreros para cortar caña. Con cadena y candados los pobladores restringen el tráfico vehicular por los caminos. Solo circulan bicicletas y motos.

En el ingenio Guabirá, el gerente general, Rudiger Treep, señaló que el viernes de la semana pasada tuvieron que apagar los motores e interrumpir la molienda por falta de disponibilidad de caña. Detalló que desde que empezaron la zafra -segunda semana de junio- han alcanzado a producir entre 120.000 y 150.000 quintales de azúcar.

El ejecutivo indicó que si no llueve y el agua acumulada en los cañaverales drena en los tiempos previstos por los técnicos, 10 días, prevén retomar las actividades productivas. Este año Guabirá estima producir 3,2 millones de quintales de azúcar, 400.000 más que en 2014.
Igual de gris es el panorama en el ingenio Unagro. Según el gerente general, Marcelo Fraija, hace una semana se suspendió la molienda por falta de caña.

Dio cuenta de que a las complicaciones climáticas se suma el detrimento económico en el sector cañero. Este año Unagro proyecta una producción de 3,5 millones de quintales de azúcar, 400.000 más que en 2014.

Desde el ingenio sucroalcoholero Aguaí, el gerente de planta, Luis Caballero, indicó que han paralizado la molienda debido a que las condiciones que presentan los cañaverales impiden el corte de caña mecanizado. Dijo que por este motivo todavía no industrializaron ni un gramo del millón de quintales de azúcar que prevén producir este año.
En los centros de acopio de caña que tiene San Aurelio y La Bélgica, en Saavedra, las actividades también cesaron.

Abastecimiento asegurado

Pese a las complicaciones climáticas que impiden la cosecha mecanizada y manual de caña, las industrias azucareras garantizan la provisión del ‘grano blanco’ en los mercados.

Según fuentes sectoriales, hay un excedente de producción de la zafra 2014 -no detallaron volúmenes-. Calculan producir 11 millones de quintales de azúcar. El consumo nacional ronda los 8,5

martes, 23 de junio de 2015

Aguaí destinará el 70% de caña para la producción de azúcar

El ingenio sucroalcoholero Aguaí, ubicado en la población del mismo nombre, distante 110 kilómetros al norte de la capital cruceña, emprendió la molienda de caña de azúcar estimando moler 630.000 toneladas de caña (70%) de las 900.000 que proyecta cosechar este año, para producir un millón de quintales del ‘grano blanco’. Las otras 270.000 toneladas las destinará para producir alcohol para la exportación.

Así lo reveló el presidente ejecutivo de dicha industria, Cristóbal Roda, al cabo del acto de bendición de la molienda que se cumplió ayer en la factoría. Detalló que Aguaí privilegiará este año la producción de azúcar para asegurar el abastecimiento y la seguridad alimentaria en el mercado interno. En 2014 destinó el 100% de la caña sembrada a la producción de alcohol.
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Cabe recordar que las estimaciones de producción del sector industrial azucarero del país en la presente gestión, contando la producción de Aguaí, ronda los 11 millones de quintales de azúcar. El consumo nacional es de aproximadamente 8,5 millones de quintales de azúcar.

Roda indicó que en la presente jornada Aguaí comenzará a moler caña para procesar alcohol y que desde el próximo lunes emprenderá la producción plena de azúcar.

En términos de producción, Roda refirió que calculan una producción de 8.000 quintales de azúcar por día. Detalló que en la cristalización de este proyecto -corresponde a la segunda fase del megaproyecto Aguaí- se invirtieron $us 40 millones y que hasta fin de año tienen previsto desembolsar $us 1,5 millones para concretar el proyecto de generación de energía eléctrica -tercera fase- para alimentar con 10 megavatios al Sistema de Interconexión Nacional.

Factorías a media máquina

El exceso de humedad de los cañaverales en las áreas de influencia de los ingenios Guabirá (Montero) y Unagro (Minero) limitan el ingreso de materia prima y los procesos productivos en dichas factorías.

Por separado, se conoció que ambos todavía trabajan con un mínimo porcentaje de su capacidad instalada. Si no llueve, estiman alcanzar la plenitud de su capacidad productiva instalada a fin de este mes.

Guabirá y Unagro prevén producir 3,2 y 3,5 millones de quintales de azúcar, respectivamente, en la presente zafra. Por separado, cada uno producirá 400.000 t más que en 2014

lunes, 8 de junio de 2015

Aguaí, la nueva industria del azúcar

Sólo la lluvia, que cayó incesantemente desde la madrugada del día de la visita, podía empañar la asepsia, pulcritud y modernidad en Aguaí. El nuevo ingenio, ubicado en el norte integrado cruceño, en el municipio Fernández Alonso, contradice cualquier preconcepto: no nos recibe el típico olor a caña procesada ni es frenético el movimiento de trabajadores y zafreros en las faenas acostumbradas. La atmósfera cargada y el humo gris de las calderas y usinas ha sido sustituido por tinglados abiertos donde marañas de tuberías transcurren en líneas caprichosas en medio del ensordecedor ruido de los motores. Todo es modernidad y renovación. Pero ambas condiciones no están dadas únicamente por la juventud del emprendimiento, son parte de un modelo de negocios diferente que es la raíz y el sustento de Aguaí.
El don de la terquedad
Cuando Cristóbal Roda Vaca –conocido como Pily-, empresario cruceño y líder del grupo empresarial Roda que maneja varias industrias en Santa Cruz, tuvo listo el proyecto de implementación de un nuevo ingenio, no sólo estaba imbuido de la certeza de la necesidad de que en el país se instalen más fábricas de alcohol y de azúcar, sino de la convicción de que éstas deberían ser edificadas con los estándares que había alcanzado la industria azucarera en otros países.
Pily Roda es el hijo mayor de Cristóbal Roda Daza -patricio cruceño que llevó adelante algunas de las más importantes empresas de Santa Cruz- y heredó de su padre el sueño de edificar un gran ingenio en Santa Cruz. Don Cristobal Roda Daza había sido dueño temporalmente del ingenio La Bélgica y compartía las aventuras de otros pioneros de la industria del azúcar en Bolivia como Erwin Gasser y Óscar Barbery, de modo que no es casual que su hijo siguiera sus pasos participando e incluso presidiendo el directorio del ingenio Guabirá, el más importante productor de azúcar en la actualidad en Bolivia.
La experiencia de conducir los destinos de Guabirá entre 2005 y 2009 consolidó la convicción de Pily de la necesidad de implementar otro ingenio. Había estudiado ingeniería en Brasil y visto de cerca cuán grande es la industria del azúcar en ese país –cerca de 400 ingenios azucareros- y cuánto gravita en su desarrollo.
Por ello, antes de dejar el directorio de Guabirá, propuso a los accionistas embarcarse en la construcción de un nuevo ingenio. Le dedicó meses al estudio de factibilidad y consideró cada detalle para hacer de ésta una propuesta innovadora y diferente. El directorio, sin embargo, consideró que no era el momento oportuno y desistió la idea. Pily aceptó la decisión pero anunció que no renunciaría. Sólo con la idea, y cuando nada parecía darle la razón, Roda Vaca persistió tercamente en su proyecto: fue buscando aliados, pergeñando formas de financiamientos y diseñando lo que quería ver cristalizado en una industria. Así nació Aguaí.
Modelo de negocios
Pero la terquedad de remar contra la corriente no es el único rasgo que caracteriza a un empresario como Roda. También la habilidad de encontrar respuestas a las preguntas más difíciles con fórmulas innovadoras.
Ante la constatación de que "el socio ideal” (Guabirá) dejó el tren en plena marcha, buscó la forma de financiar la aventura llamada Aguaí. Con un costo que sobrepasa los 100 millones de dólares, no era, por supuesto, un trabajo fácil. Con una lista inicial de 10 nombres que subía y bajaba en importancia cada que recibía un no o un quién sabe como respuesta, fue en búsqueda de financiamiento externo.
Los grandes bancos de desarrollo y las corporaciones de financiamiento no alentaron sus esperanzas y tuvo que volver con la valija vacía y la seguridad de que la respuesta se tendría que encontrar dentro del país. "Pero, ¿cómo?”, se preguntaba a sí mismo. Inicialmente conformó un grupo de accionistas que responde a otros de sus criterios innovadores; no se trata de empresarios cruceños tradicionales, sino de una diversidad de figuras muchos de ellos migrantes de otros países y departamentos: un empresario brasileño, otro potosino, varios paceños e incluso uno de origen italiano, se fueron haciendo parte de la sociedad.
Pero, como ni todos estos capitales alcanzaban a cubrir las exigencias de una inversión de esa magnitud, Aguaí incursionó en la Bolsa Boliviana de Valores y concretó una venta de bonos que fue comprada por una AFP. Así, el emprendimiento tomó forma gracias a una ingeniería financiera y un modelo de negocios nunca antes vistos.
Ingenio con ingenio
Le dicen la NASA cañera, y el nombre viene a tono. Aguaí -que opera desde 2012 como productor de alcohol y en este junio arrancará la producción de azúcar- fue concebido e implementado acorde con la última tecnología de la industria sucroalcoholera.
Su proceso es completamente automatizado. Un conjunto de computadoras, manejadas por ingenieros especializados, opera remotamente el funcionamiento de los diferentes motores que dan vida al procesamiento del alcohol y pronto al del azúcar.
Pero, no solamente la tecnología de punta caracteriza a Aguaí, sino sobre todo los criterios de eficiencia en el proceso. El ingenio ha sido ubicado en una zona de productores de caña, por lo que uno de los obstáculos por los que atraviesan otros ingenios: el traslado y acopio de la caña, no representa un problema. Lejos quedan las filas de camiones y la espera de los cañeros de más de un día para dejar su caña, en Aguaí la materia prima se procesa de inmediato, por lo que los insumos no deben esperar.
Otro rasgo de eficiencia es el reciclaje de los desechos, que constituye uno de los aspectos que más se cuestiona a la industria del azúcar, considerada altamente contaminante. En Aguaí, gracias a la moderna tecnología, el bagazo -residuo de la caña una vez se extrae la sacarosa- es usado como combustible, de manera que la planta no sólo se autoabastece de energía sino almacena la que le sobra para sumarla al sistema interconectado de energía que provee a otras zonas y regiones.
Lo propio sucede con otros desechos como la ceniza de las usinas que a través de un innovador proceso es separada del vapor y convertida en abono, que se entrega a los cañeros para alimentar sus sembradíos.
En cuanto al agua, que es uno de los recursos que más utiliza un ingenio, Aguaí reutiliza el 90% del agua que interviene en la cadena industrial y solamente un pequeño porcentaje con residuos orgánicos es trasladado a través de tuberías a los cañaverales para riego.
Pero, el ideal de la eficiencia para Aguaí está en el uso del alcohol como combustible. La propuesta -que ya se aplica en muchos países- es adicionar alcohol a la gasolina no sólo para aumentar su octanaje sino para disminuir el costo que representa al país el subsidio a los precios de los combustibles; además de aportar al uso de una energía menos contaminante.
"Estamos tratando de convencer a las autoridades nacionales de esta propuesta que representa una ganancia para el país”, comenta Pily Roda.
Un azucarero de cepa al timón
Como en un ser humano, hay dos pulmones que insuflan energía a este emprendimiento industrial. Uno corresponde a Pily Roda y su tesón visionario y el otro a un caballero que recibe cordialmente a los visitantes en Aguaí para explicar detalladamente las características técnicas de la fábrica. Luis Caballero -su nombre no es producto de la casualidad- es uno de los 12 ingenieros azucareros bolivianos que en la década de los años 70 se formó en Argentina. En aquel momento de auge de la industria del azúcar en Argentina, la carrera era una de las más cotizadas; y aunque pronto la crisis acabó con el impulso de las universidades y dejó de impartirse, Bolivia gozó de la experiencia de estos profesionales por muchos años.
Luis Caballero ha transitado por diversos ingenios en diversos momentos y ha sido testigo de los logros y errores propios de la industria. Conocido como "el hombre que más sabe”, fue sumado al proyecto cuando éste daba sus primeros pasos, de manera que a él se deben todas las condiciones de vanguardia tecnológica y de proceso que hoy destacan en Aguaí.
Pero, no sólo es en la parte industrial donde el ingeniero Caballero ha dejado sus conocimientos y experiencia, él ha contribuido en hacer de esta nueva industria un modelo de recursos humanos y de seguridad industrial.
"Ésta es, por encima de todo, una fábrica sostenible. Desde el punto de vista ambiental, por el tratamiento innovador de los desechos, y por el aprovechamiento máximo de sus recursos energéticos; pero también por la seguridad que brinda a sus trabajadores, que ha sido una de las metas en el modelo implementado”, comenta.
La sostenibilidad también se asienta en las proyecciones de crecimiento: Aguaí está diseñada para crecer al doble de su capacidad con la misma amplitud que hoy goza, gracias a un diseño en espejo que establece la edificación de otras plantas en la llanura donde se ubica.
Hay más: acorde con criterios modernos de nutrición que recomiendan restricciones en el consumo de azúcar, dado su contenido químico, en Aguaí se han implementado procesos de refinamiento que son exigidos en países europeos y que son nuevos en el país. El azúcar de Aguaí casi no contiene azufre y el refinamiento responde a un proceso natural que elimina los contenidos químicos.
"Todos nuestros equipos son los que corresponde a una fábrica de alimentos; por tanto, usamos material inoxidable y procesos limpios en la refinación”, explica.
A sus 67 años y con la vitalidad digna de un hombre en su mejor etapa productiva, Luis Caballero recorre cada semana los 110 kilómetros que distan entre su casa en Santa Cruz y la planta donde vive en campamento junto a más de 500 obreros: allí toma el timón de la fábrica y nadie le discute su autoridad para hacerlo.
Dejando de lado los tabúes de la industria
Con su producción de alcohol vendida anticipadamente a Europa por cinco años, el ingenio se apresta a arrancar con el 40% de su capacidad en la producción de azúcar este mes: el 100% de esta producción irá al mercado local.
Esto fue posible únicamente porque Aguaí pasó las pruebas más difíciles de control de calidad de producción y de trabajo. Las exigentes auditorías de calidad centran su vista en aspectos no solamente técnicos, sino sobre todo humanos: los derechos de los trabajadores y el trabajo infantil han sido históricamente los puntos débiles de la industria.
"Somos un ejemplo”, dice Caballero al comentar que además de tener a los productores de caña como socios y no únicamente como proveedores y aportar activamente en los procesos agrícolas, la empresa tiene una unidad de fiscalización a sus socios, para evitar que éstos empleen a sus hijos u otros menores de edad en el trabajo agrícola.
"Las buenas prácticas administrativas -pago a cañeros-, las condiciones de trabajo y habitabilidad en los campamentos, la restricción absoluta al trabajo infantil y el estricto control de calidad nos han asegurado una evaluación impecable para exportar”, agrega Luis Caballero.
Un hombre mirando al futuro
La mañana del 24 de septiembre de 2012 el ingenio sucro acoholero Aguaí comenzó a hacer sus primeras pruebas para funcionar. Habían pasado seis años, dos meses y 23 días para que el sueño se haga realidad.
"No estamos descubriendo nada. La industria azucarera tiene mucha historia, no en vano un 65% de los países del mundo, grandes y pequeños, ricos y pobres, la producen y la exportan. Y en América la experiencia no es menor: Argentina lideró allá por los años 60 la industria en la región, luego lo hizo Cuba apoyada por tecnología soviética y ahora el liderazgo lo tomó Brasil con más de 400 ingenios instalados. Tenemos dónde mirar para aprender y por eso Aguaí no tiene nada que envidiar ni en tecnología ni en comodidades. Estaremos en la punta del sector con lo mejor de lo mejor que proporciona la experiencia y el aprendizaje de los errores de otros”, dice Pily Roda.
Después de casi 40 años de la construcción del último ingenio todo parece indicar que Roda tuvo razón. No sólo que Aguaí ha llegado para revolucionar la industria del azúcar en el próspero norte cruceño, sino para convencer a los bolivianos de la pertinencia y necesidad de contar con más de estas industrias: el gobierno del presidente Evo Morales parece decidido a hacer lo propio en La Paz en San Buenaventura.
"Yo había idealizado este proyecto porque veía que era factible. Las variables eran que una industria alimenticia donde la población crece exponencialmente siempre va a tener posibilidades por la necesidad de alimentos; segundo, que la caña de azúcar es generadora de combustible y ya se empezaba a consolidar la alternativa de mezclar alcohol con gasolina; y el tercero, es la generación de energía con un residuo de la fabricación de azúcar que es el bagazo para ampliar el negocio de ingenio azucarero también a negocio energético.

El horizonte de la industria es muy promisorio por todos lados (…) Estoy convencido que la cadena de azúcar y alcohol genera el mayor efecto multiplicador en la economía. Crea fuentes de trabajo pues requiere de intensiva mano de obra desde la preparación del campo y el suelo hasta la comercialización del azúcar”, dice.

Mujeres y jóvenes
Silvia Ibarra tiene 28 años y es ingeniera petrolera, graduada de la Univalle. Es operadora del área de Evaporación y Tratamiento de Jugos, una de las responsables de la NASA cañera. Es su primer empleo.
Como Silvia, el 90% de los trabajadores del ingenio Aguaí son menores de 30 años. Y como ella, un enorme porcentaje son mujeres.
No es una casualidad: uno de los rasgos del modelo Aguaí es el apoyo al empleo joven y la equidad de género. Pero, transitar del discurso a los hechos no ha sido sencillo para la empresa: muchos jóvenes –mujeres y hombres- han "aprendido haciendo” y se ha tenido que doblar esfuerzos en capacitarlos para conducir diversos procesos importando expertos de otros países para ese fin.
"Estamos orgullosos de estar en esta empresa y que nos den esta oportunidad”, dice Silvia y Luis Caballero asiente.

100 Millones de dólares era el presupuesto que se necesitaba para realizar el sueño llamado Iguaí.

Aguaí reutiliza el 90% del agua que utiliza y un pequeño porcentaje de residuos orgánicos es trasladado a los cañaverales para riego.

AGUAÍ SA en datos
Tamaño Es el ingenio con mayor espacio físico de Bolivia.
Proyecto El diseño prioriza la comodidad de los trabajadores.
Construcción 60 % de todos los insumos son bolivianos.
Tecnología La planta de 13 hectáreas podrá ser manejada por tan sólo 30 profesionales proviastos de la más alta tecnología.
Diversidad La planta de ingenieros es diversa: sólo tres son cruceños y el resto proviene de La Paz, Oruro, Potosí y otros departamentos.
Ecología La caldera del ingenio, con una altura equivalente a un edificio de 15 pisos, no lanzará humo contaminado a la atmósfera.
Capacidad El ingenio cuenta con el tanque de alcohol más grande de Bolivia con una capacidad de 20 millones de litros.
Sin moliendas El sistema utilizado no muele la caña, la "florece”, la lava a una temperatura de 80 grados para sacarle la sacarosa. Es la diferencia fundamental con otros ingenios que usan moliendas mientras Aguaí utiliza el "difusor”.
Uso sostenible del agua Reutiliza el agua sin límite de tiempo.
Energía El ingenio no utilizará turbinas sino un sistema eléctrico más limpio para el ambiente.

"No estamos descubriendo nada. La industria azucarera tiene mucha historia, no en vano un 65% de los países del mundo, grandes y pequeños, ricos y pobres, la producen y la exportan”.

"Todos nuestros equipos son los que corresponden a una fábrica de alimentos; por tanto, usamos material inoxidable y procesos limpios en la refinación”.
Luis Caballero, ingeniero creador de Iguaí.

domingo, 31 de mayo de 2015

Aguaí crea ‘La Nasa cañera’ y anuncia la venta de energía

El ingenio más nuevo de Bolivia, Aguaí, revoluciona la industria pues adquirió tecnología de última generación. Tiene un autosistema que controla y monitorea toda la planta y aplica políticas que priorizan el recurso humano, cuidado del medioambiente y optimizan sus opciones.

No por nada al corazón de la fábrica se la denomina ‘La Nasa cañera’, (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio en EEUU), pues desde ese lugar se controla toda la producción.

Por la alta generación de empleo, el ingenio sucroalcoholero es una actividad con un valioso efecto multiplicador en la economía. Más del 90% de sus insumos son nacionales y promueve una serie de servicios necesarios para el funcionamiento de la planta como transporte, etc.

Un equipo periodístico visitó las instalaciones y constató que Aguaí tiene un efecto directo en la actividad económica de más de 6.000 personas. Es decir, que este efecto llega directamente a más del 25% de la población de la tercera sección de Mineros.

La inversión genera ingresos al país por aproximadamente 100 millones de dólares anuales, incrementando el PIB departamental de Santa Cruz en aproximadamente $us 3,5 millones. A ello se suma que la planta autogenera su energía.

Sus excedentes serán incorporados al Sistema Interconectado Nacional beneficiando a las poblaciones cercanas. Para ello venderá energía a la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE). De igual manera, trabajan de manera sustentable, y por eso se sitúan como el primer y único ingenio de Bolivia que cuenta con esta denominación regida por normas internacionales

A través de su Oficina Agrícola, Aguaí capacita a los proveedores de caña en el uso, mantenimiento y almacenamiento de químicos, rotación de cultivos, etc.