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lunes, 24 de febrero de 2014

Todavía la mano de obra de los zafreros se mantiene en 9.000 cada año

A excepción de Santa Cruz donde la iniciativa privada del sector productivo ha tecnificado en más del 70% la agricultura de la región, la mecanización del agro, un programa emprendido por el actual Gobierno aún avanza a paso lento en el resto del país. Las trabas para una tecnificación integral pasan por una falta de políticas de fomento al agro, incentivo a la producción, la apertura de nuevos mercados y las exportaciones.

"Si bien el Gobierno ha hecho el reparto de tractores por municipio, este aún es insuficiente. Lo que sucede es que falta una asistencia técnica y estudios para el uso de la maquinaria", precisó Paulino Huarachi, experto de la fundación Tierra.

Dos polos productivos. A la hora de considerar la mecanización del agro, según los entendidos en el tema, se debe diferenciar que en el país hay dos tipos de actividad agrícola. Una empresarial referida a la producción extensiva de cereales, azúcar y oleaginosas acentuada en el departamento de Santa Cruz y la otra inherente al mediano y pequeño productor de tubérculos, hortalizas, frutas y cereales de menor escala, cuyo potencial productivo se asiente en los valles y las tierras altas del occidente del país.

La mecanización tecnológica al menos en los últimos diez años ha provocado una transformación cuantitativa de la producción con fines no solamente de garantizar la seguridad alimentaria del país, sino de exportar los productos primarios como la soya y sus derivados o como el azúcar.

"El Estado como tal, indudablemente, ha hecho un gran aporte al agro llevando mecanización a muchas partes del país, más allá de que hayan sido mal o bien aprovechados. Creo que hoy en día el agro se encuentra más mecanizado que antes", señaló Marcelo Traverso, presidente de la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios (APIA).

La gran producción. En esa perspectiva, el impulso de la mecanización empresarial ha logrado, en contrapartida, una reducción sustantiva del trabajo manual. Eso sucede con la cosecha de la caña de azúcar, donde la reducción en cada zafra del número de cortadores (zafreros) caña es cada año menos.

Según datos de la Organización de Técnicos de la Agroindustria, (OTAI), el 2013 de las 140 mil hectáreas de caña existente en el campo, el 55% de esa producción fue realizada vía cosecha mecanizada con una tecnología de alta precisión, rendimiento y beneficios en costo a través de las máquinas integrales. En cambio, la mano de obra del zafrero fue ocupada en un 40%.

"En los últimos diez años se ha producido una importante cosecha mecanizada del agro. A tal grado que los zafreros que hace 15 años eran como 30 mil, el año pasado solo se registró alrededor de 19 mil cortadores", señaló Federico Martínez, gerente general de la Federación de Pequeños Cañeros de Santa Cruz.

En el rubro de la soya, donde la producción del país en un 90% se hace con destino a la exportación, la tecnología tanto para el proceso de preparación del suelo, siembra, sostenimiento y cosecha se hace de la mano de la tecnología basadas en maquinarias agrícolas en distintas facetas de la cadena productiva del campo.

“Hasta el 2003 se ha desarrollado un proceso de mecanización vertiginoso. Luego por situaciones políticas del país se ha detenido. Ahora tenemos maquinarias como las sembradoras de precisión, cosechadoras computarizadas que te miden el área, la humedad y pérdidas de grano en áreas cosechas, con piloto automático. Hay un avance significativo", señaló Demetrio Pérez, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo.

Bajo ese panorama, la mecanización e incorporación de tecnología de última generación ha incidido en la gestión 2013, alcanzar una superficie de producción de soya de 1.180.000 hectáreas, con un crecimiento del 8 por ciento con relación a 2012.

Sin embargo, las debilidades están referidos a otros granos como el maíz, pero no necesariamente inherentes al tema tecnológico. "Santa Cruz ya se encuentra en una producción tecnológica de vanguardia. Estamos en el tema de caña con una cantidad importante de cosechadoras y en el tema de soya, gracias a la tecnología se hace siembra directa y además de ello con tractores controlados por rastreo satelital. Lo único que falta son condiciones para que esto siga adelante", apuntó Julio Roda, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO).

En escala menor. En lo referente a los pequeños productores, si bien hubo un avance significativo con la entrega de tractores a los municipios del país, este no ha logrado reducir los altos índices de producción por el escaso aprovechamiento de la tecnología, bajos rendimientos en la productividad y la persistencia de la mano de obra precaria.

La maquinaria destinada para este sector, además, se reduce al preparado y siembra agrícola pero no así para la cosecha de la producción, por ejemplo de papa, hortalizas, frutas y legumbres. "Los esfuerzos del Estado, no están muy bien asentados para que la mecanización transforme cuantitativamente el agro. Por ejemplo, en el suroeste del país, en la zona de la quinua, se utiliza la maquinaria para el arado de la tierra y la siembra, pero no tiene el asesoramiento técnico que permita un mejor aprovechamiento de la tecnología", precisó Paulino Huarachi, experto de la Fundación Tierra.

Según datos del Viceministerio de Desarrollo Rural y Tierras, entre el 2005 y 2013 en términos de entrega de maquinarias e implementos agrícolas se ha beneficiado vía créditos y donaciones a un total de 114.190, de los cuales solo la gestión anterior corresponde a 55.525 familias en los nueve departamentos del país. La inversión ha logrado alcanzar $us 60.833.952.

En cambio, menciona Víctor Hugo Vásquez, viceministro de Desarrollo Rural, que en gestiones anteriores al 2006 solo se han entregado 210 tractores beneficiando apenas a 12.600 familias y cubriendo a 25.200 hectáreas. "Lo que estamos planificando de manera coordinada con cada uno de los sectores es un programa de mecanización con cada uno de los sectores de manera que nuestra intervención sea más precisa y productiva. Lo que buscamos es garantizar la seguridad alimentaria del país y luego pensar en las exportaciones", apuntó.

Uno de los sectores que hace días se benefició con la dotación de maquinaria agrícola fueron los arroceros. De manos del Gobierno recibieron 80 tractores y 12 cosechadoras beneficiando a 80 productores arroceros de Santa Cruz. "El sector arrocero es uno de los que necesita mayor tecnificación y tecnología para incrementar su producción. El tractor es el insumo vital para el productor ya que es la única manera en que uno puede desarrollar mejores condiciones adecuadas de laboreo agrícola", señaló Ana Isabel Ortiz, gerente general de Fenca.

Temas pendientes. Para algunos expertos en este tema, la mecanización del agro de parte del Gobierno se reduce solamente en la entrega de maquinarias a ciertos segmentos productivos medianos y pequeños del país sin el acompañamiento técnico y la asistencia que se requiere para enfatizar mejor su actividad.

"El pequeño productor requiere tener ciertas responsabilidades, pero también adecuadas condiciones de crédito que respondan a un plan integral de producción agrícola a largo plazo", señaló Pérez. En tanto para el experto en el tema, Juan Armando Antelo, expresidente de la CAO, señala que hay esfuerzo del Estado frente a una actividad dinamizada por el sector privado. "Falta capacitación para un aprovechamiento de la tecnología que dota el Estado a los pequeños productores. A eso el Estado debe garantizar condiciones básicas para producir más, exportar los excedentes y eso motivará al sector productivo", dijo.

"Si queremos crecer en nuestra frontera agrícola, tiene que haber una coherencia entre lo que se produce para el mercado interno y los excedentes para la exportación'.

Juan Armando Antelo
Expresidente de la Cámara Agropecuaria de Santa Cruz

Avances
Cambios en el sistema agrícola

Gobierno. En su reciente informe al país, el presidente Evo Morales ha mencionado que entre 2000 y 2005, la mecanización del agro ha beneficiado a 12.600 familias cubriendo alrededor de 25.200 hectáreas, con un costo de Bs 4,5 millones.

Sin embargo, destaca que a partir de su gestión, se implementan normas y políticas vía créditos y donaciones, la entrega de 3.492 maquinarias beneficiando de manera directa con 3.492 tractores para 71.410 familias a través de créditos y 42.780 pequeños productores del occidente recibieron maquinaria vía donaciones en el país.

Créditos. En ese proceso de transformar el sistema agrícola del país, el esfuerzo privado en los últimos diez años en la parte agrícola del oriente del país ha desarrollado la incorporación de tecnología de punta desplazando la mano de obra de manera progresiva y sostenida y brindándole al productor mejores beneficios, rendimientos de campo e ingresos por cada campaña de siembra y cosecha tanto de soya y en el rubro sucro alcoholero, la presencia de las máquinas cosechadoras de caña. Según datos de la OTAI, la zafra cañera ha ocupado el 2013 alrededor de 1.687 camiones, 355 cargadoras de caña, 1.730 tractores, 179 cosechadoras integrales cuyo valor promedio es de medio millón de dólares y 3.108 chatas cañeras.

Punto de vista

Edilberto Osinaga
Gerente General de CAO

"Nuestro sistema productivo está muy asimétrico'

“En el tema de tecnificación, si uno compara con Brasil y Argentina, obviamente estamos muy lejos. Ellos están en un nivel muy avanzado a tal punto que son una potencia en producción de tecnología para la agricultura. Eso significa que ellos producen sus máquinas, sus implementos, incluso desarrollan vía la biotecnología sus semillas e insumos agrícolas.

En tanto, nosotros le compramos su tecnología, sus semillas entre otros para producir y competir. En esas condiciones se nos hace muy costoso y difícil llegar a esos estándares que tienen nuestros vecinos.

El problema histórico aquí es el acceso a los recursos. Los productores medianos y pequeños, por los costos que representa tener a mano una maquinaria agrícola, no pueden comprarse una tecnología de última generación para estar en el nivel competitivo.

En cambio, hay otros productores grandes, que tienen tecnología de punta como los grupos Crea, que están a la vanguardia de todo esto, con un adecuado manejo y capacidad para producir con mayores rendimientos en el campo y una sistematización que les permite bajar costos y crecer en rendimientos en cada actividad agrícola que ellos desarrollan. Es una experiencia reciente que les ha dado muy buenos resultados sobre la base del intercambio de conocimiento y la asistencia técnica mutua que llevan adelante entre productores agrícolas de Santa Cruz.

Entonces, nuestro sistema productivo está muy asimétrico. Tenemos productores de punta que sacan rendimientos espectaculares porque están con la última tecnología. Y también están con las últimas tendencias de cultivo y de manejo de suelos.

Pero la gran mayoría de los agricultores chicos se encuentran con una producción hasta precaria, con tecnología obsoleta haciendo un manejo extremadamente rústico.

Yo creo que hay que equilibrar esa dinámica, la nueva ley de Servicios Financieros, a través de los créditos productivos que se van a implementar permitirá seguramente superar estos problemas.

Sin embargo, hay que fijarse mucho lo que están haciendo los países vecinos con el tema de investigación, asesoramiento técnico y la búsqueda de nuevos mercados. Esa es una falencia histórica que debemos desarrollar. Esa entrega de maquinarias, que por supuesto es positiva de parte del Gobierno, pero es necesario que tenga el acompañamiento con el fin de lograr resultados positivos tanto para el productor y para generar mejores ingresos para el país. Lamentablemente no estamos generando empleos necesarios y menos condiciones para los futuros profesionales. El sector agrícola es el principal generador de empleo para el país. Eso se ha desmotivado el año pasado y entendemos que este año bajará también. Lo cual implica generar condiciones en una acción complementaria entre el sector público y privado”.

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