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viernes, 1 de noviembre de 2013

Comerciantes ofertan caña de azúcar hace 35 años


Las cañas de azúcar se exponen en el lugar a la vista de los interesados.

Comerciantes de caña de azúcar llegan cada año hasta la zona Villa Dolores en la última semana de octubre con el objetivo de ofrecer sus productos a los creyentes de la festividad de Todos Santos, ya que este es uno de los insumos principales para la tradicional “mesa” de recepción a las almas.

Esta venta se realiza cada gestión hace 35 años en la calle 4 de esta popular zona y sus alrededores.

De acuerdo con la información de una de las comerciantes más antiguas, Candelaria Cruz, quién aproximadamente durante 40 años se dedica a la venta de este producto, todos los vendedores de este sector transportan sus productos desde varias poblaciones de la región de Los Yungas de La Paz, en algunos casos y en otros desde Santa Cruz.

Según “doña Candelaria”, como es conocida en el lugar, cuando los pocos vendedores que comenzaron a ofrecer la caña de azúcar se instalaron en la zona fue en la calle 1, cuando solamente cinco personas se dedicaban a traer a la ciudad de El Alto, debido a que no ofrecía mucha garantía para su venta, pero con el pasar del tiempo se fue poblando la misma zona y de la misma forma también subió la venta.

“Yo comencé a vender caña desde mi juventud, primero tenía mi puesto en la calle de esta misma zona, donde muy pocos éramos los que traíamos, porque no había mucha venta, además, creo que en ese entonces la gente prefería ir hasta El Tejar de la ciudad de La Paz, porque pensaban que era más barato, por lo que tuvimos que sufrir para podernos establecer finalmente ahora en este lugar”, manifestó Doña Candelaria.

Actualmente, cada uno de los 25 comerciantes ponen a la venta aproximadamente 2 mil cañas, como en el caso de Candelaria Cruz, quién con exclusividad adquiere el producto por mayor desde la población yungueña de Caranavi, cantidad que le significa una inversión de 20 mil bolivianos cada año especialmente para esta temporada.

Con relación a los dividendos, la comerciante más antigua explicó que en muchos de los casos tuvo que llegar a rematar su producto debido a que en varias ocasiones no se pudo vender la cantidad que se esperaba, por lo que, como todos los años, los últimos días de venta, entre el 7 y 8 de noviembre, se ven obligados a optar por este sistema con la finalidad de terminar, llegando a ofrecer cada caña hasta Bs 2, como única forma de acabar la mercadería.

PRECIOS

Asimismo, doña Candelaria relató que los precios de la venta de la caña varían de acuerdo al tamaño del mismo, recordando que con relación a los años pasados tuvieron que incrementar debido a que el transporte y el precio de los mismos en su adquisición también subieron de precio.

Un amarro de 10 cañas llega a costar aproximadamente Bs 120 o hasta 150, todo dependiendo del grosor y el tamaño, lo que hace un año atrás solamente costaba 80 bolivianos.

CREENCIAS

Como parte de la creencia, la vendedora más antigua del lugar cuenta que muchas personas llevan la caña para las mesas que se preparan en estos días de Todos Santos, para usarlas en las cuatro esquinas del mismo como significado que es utilizado como un bastón de las personas que fallecieron.

El mismo que el 2 de noviembre conocido también como el día de despacho, donde los familiares llevan todo lo que se puso en la mesa al cementerio donde están enterrado sus seres queridos con la finalidad de repartir todo como frutas, comida masitas y otros productos con oraciones alusivos a la fecha.

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