Que Santa Cruz era el único lugar donde se reconocía el trabajo de los
peones que elaboraban el azúcar o que en 1600 había unos 25 ingenios
azucareros en la zona, son algunos de los datos que se revelan en el
libro Historia de la industria azucarera cruceña escrito por Fernando
García.
García, que realizó un investigación de cuatro años para escribir su
libro, manifestó que uno de los primeros grandes hitos de la historia
del sector azucarero de Santa Cruz se dio en 1564, cuando Juan de Garay,
uno de los hombres de Ñuflo de Chaves, llevó a Paraguay a un maestro
azucarero cruceño para que enseñe todo el proceso de elaboración del
azúcar.
“Fue la primera transferencia de tecnología azucarera que realizó Santa
Cruz”, expresó García, añadiendo que en la población de esa época se
daba un hecho inédito, el de pagar a los peones por el trabajo que
realizaban en la elaboración del endulzante, una situación que no
ocurría en otros lugares donde también hacían azúcar como Perú,
República Dominicana, Cuba o Brasil, donde eran los esclavos negros
quienes llevaban adelante el proceso.
El autor del libro explicó que un peón ganaba entre 2 y 3 pesos,
mientras que un maestro o especialista en hacer azúcar ganaba 4 pesos.
También se reconocía el trabajo con especias, melao o con el mismo
endulzante, pero siempre obtenían algo a cambio.
“También en Santa Cruz se daba una relación peón-patrón única, ya que
antes de la siembra y luego de la zafra se realizaban celebraciones
parecidas a una fiesta con banda incluida”, señaló García, resaltando
que esto fue configurando la conducta actual del cruceño.
A diferencia de otras actividades, la producción de azúcar no fue
impuesta por la corona española, que estaba concentrada más en la
minería, por eso no recibió nunca la atención necesaria y al contrario,
luego de la independencia los gobiernos coloniales y republicanos
trataron de diezmarla, para que no sea una posible oposición como en
Argentina o Colombia, donde hubieron líderes nacionales salidos del
sector azucarero, según el autor.
Desafíos y proyectos actuales
Jaime Brucela, encargado de entomología del Centro de Investigación
Tecnológica y de Transferencia de la Caña de Azúcar (Cittca), indicó que
uno de los grandes desafíos que afronta el sector es desarrollar nuevas
variedades de caña que sean más resistentes y productivas.
Dijo que están llevando a cabo varios proyectos con especies que son
muy promisorias, que tienen como característica principal su gran
contenido de azúcar, buen macollamiento y resistencia o tolerancia a
plagas o enfermedades.
A decir del especialista, de-sarrollar una nueva variedad de caña
demora aproximadamente 10 años, ya que se realizan pruebas de campo
internas durante cinco años y pruebas externas durante el mismo periodo
de tiempo
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