El Estado está a punto de adquirir una empresa, la Industria Azucarera de Bermejo (IABSA), con 28 millones de dólares de deuda acumulada a lo largo de su medio siglo de gestión. Así lo informó de forma muy escueta la ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Teresa Morales, luego de mantener una reunión con los accionistas de la empresa (quienes son a la vez cañeros y trabajadores en su mayoría). Morales señaló que luego de recibir el informe se creó una comisión para el proceso de compra de las acciones por parte del Gobierno.
Aunque la decisión no está tomada, cañeros e industriales presionan para que así sea. El dirigente de la Federación de Pequeños Productores de Caña de Bermejo (Feprocab), Gumercindo Condori indicó que “la empresa tiene más de 28 millones de dólares de deuda, que está incluido deuda a terceras personas, beneficios sociales y los impuestos accionariales y con esa deuda como industria no va, al no saber administrar los recursos económicos y eso preocupa, porque también afecta al pueblo”.
Una situación dramática
En enero de 2012, una marcha de cañeros llegó hasta la ciudad de La Paz para exigir la construcción de un nuevo ingenio azucarero en Bermejo gestionado por el gobierno y su propio sector, tal como había prometido el presidente Evo Morales en su campaña electoral de 2009.
Ante la imposibilidad técnica de suministrar caña para dos ingenios, los cañeros propusieron adquirir el 51 por ciento de las acciones del actual Ingenio (que nació público pero fue privatizado). El gobierno viene estudiando la posibilidad desde ese momento.
En el otro lado, la empresa vive una situación dramática sin posibilidad de acceder a créditos por el alto volumen de deuda acumulada, el deficiente rendimiento de la factoría con maquinaria obsoleta y particularmente, los oscuros manejos administrativos que han cerrado las puertas de las instituciones financieras.
El último escándalo data de 2010, cuando ya acechados por la insolvencia, el presidente del directorio, Pastor Ferreira firmó Letras de Cambio por valor de 4 millones de dólares. Aunque el prestamista, Fructuoso Ávila, fue encarcelado, el dinero nunca apareció.
A pesar de que el volumen de negocio de la factoría se estima por encima de los 10 millones de dólares, la empresa no ha dejado de acumular deudas. La zafra de 2013 se calificó como una de las peores de la historia, ya que de los 600.000 quintales previstos apenas se produjo el 55 por ciento debido a la escasa calidad de la caña, afectada por la sequía primero y por las heladas después.
Pese a que la prioridad es salvar los puestos de trabajo y la principal actividad económica de Bermejo (seguida del comercio, también en crisis por la situación en Argentina), los cañeros plantean una investigación a fondo sobre el manejo de los fondos.
El apunte:
¿Es la compra la única salida?
El valor de IABSA es enigmático y su viabilidad también, en un campo cada vez más mecanizado y competitivo, dadas las inversiones en ingenios similares en Santa Cruz y La Paz. El ingenio podría declararse en bancarrota si no aparece una inyección de liquidez, bien en forma de crédito, bien en forma de ampliación de capital. El valor de las acciones es incierto, pero los cañeros y propietarios no dudan en que hay que poner un precio. “Esperamos que el gobierno sea responsable de la parte social, que incluye los cañeros, zafreros y toda persona que se beneficia con la cosecha de la caña de azúcar, por ello es necesario que el Gobierno intervenga con la compra de acciones” señala Condori.
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